Otra instantánea de nuestro extraño universo: los astrónomos capturaron recientemente un púlsar, un tipo particular de estrella densa, apagan su radiobaliza mientras los poderosos rayos gamma se iluminan cinco veces.
"Es casi como si alguien activara un interruptor, transformando el sistema de un estado de menor energía a uno de mayor energía", declaró el investigador principal Benjamin Stappers, astrofísico de la Universidad de Manchester, Inglaterra.
"El cambio parece reflejar una interacción errática entre el púlsar y su compañero, una que nos permite la oportunidad de explorar una rara fase de transición en la vida de este binario".
El sistema binario incluye el púlsar J1023 + 0038 y otra estrella que tiene una quinta parte de la masa del sol. Están en órbita cercana, girando uno alrededor del otro cada 4.8 horas. Esto significa que los días del compañero están contados, porque el púlsar lo está separando.
En palabras de la NASA, esto es lo que está sucediendo:
En J1023, las estrellas están lo suficientemente cerca que una corriente de gas fluye desde la estrella similar al sol hacia el púlsar. La rápida rotación y el intenso campo magnético del púlsar son responsables tanto del haz de radio como de su poderoso viento de púlsar. Cuando el haz de radio es detectable, el viento del púlsar retiene la corriente de gas del compañero, evitando que se acerque demasiado. Pero de vez en cuando surge la corriente, acercándose al púlsar y estableciendo un disco de acreción.
El gas en el disco se comprime y calienta, alcanzando temperaturas lo suficientemente altas como para emitir rayos X. Luego, el material a lo largo del borde interno del disco pierde rápidamente energía orbital y desciende hacia el púlsar. Cuando cae a una altitud de aproximadamente 50 millas (80 km), los procesos involucrados en la creación del haz de radio se cierran o, lo más probable, se oscurecen.
El borde interno del disco probablemente fluctúa considerablemente a esta altitud. Algo de esto puede acelerarse hacia afuera a casi la velocidad de la luz, formando chorros de partículas dobles que disparan en direcciones opuestas, un fenómeno más típicamente asociado con la acumulación de agujeros negros. Las ondas de choque dentro y a lo largo de la periferia de estos chorros son una fuente probable de la emisión de rayos gamma brillantes detectada por Fermi.
Puede leer más sobre la investigación en Astrophysical Journal o en la versión preimpresa en Arxiv.
Fuente: NASA