A medida que los humanos se preparan para regresar a la Luna, esta vez para quedarse, hay muchas tecnologías diferentes que deben desarrollarse y probarse. Y lo están probando en el lugar más extremo de la Tierra: la Antártida.
El hábitat inflable recientemente desarrollado se infla y presuriza, dando a los astronautas potenciales su propia atmósfera. El interior de la tienda se calienta, ofreciendo hasta 35 metros cuadrados (384 pies cuadrados) de espacio habitable, bajo un techo de 2,4 metros (8 pies). También cuenta con puntos de acceso para energía eléctrica.
La NASA actualmente usa un diseño de tienda de 50 años llamado cabaña Jamesway. Los televidentes reconocerán estos diseños en el programa M * A * S * H. Aunque hay nuevos enfoques para este diseño antiguo, son rígidos, difíciles de enviar y tienen un aislamiento limitado. Cuando trabajas en la Antártida, la falta de aislamiento es un problema grave.
El propósito de este nuevo diseño es probar qué tan bien funcionará un hábitat inflable en términos de embalaje, transporte, configuración, consumo de energía y tolerancia al daño.
Cuando los astronautas finalmente regresen a la Luna para 2020, establecerán un puesto avanzado lunar permanente. Un hábitat inflable como este podría transportarse en futuros rovers lunares, y permitiría a los astronautas establecer un hogar temporal, lejos de la base permanente. Esto aumentaría enormemente su alcance y permitiría la exploración de las características lunares más interesantes, no solo las cercanas a la base.
El hábitat inflable se está desarrollando bajo el Programa de Asociaciones Innovadoras de la NASA.
Fuente original: Comunicado de prensa de NSF