Un satélite lanzado en septiembre, el ICESat-2 de la NASA, o el satélite de elevación de hielo, nubes y tierra-2, está revelando valles previamente no mapeados en la Antártida, completando detalles del territorio que otros satélites no pueden ver. Pero ICESat-2 no solo está destinado a crear mapas de capas de hielo; También está recopilando información sobre otras partes del mundo, incluidas las alturas del terreno, ríos, lagos y bosques, así como la profundidad de los fondos marinos.
El equipo ICESat-2 presentó los hallazgos iniciales del satélite el 11 de diciembre en la reunión anual de la American Geophysical Union en Washington, D.C.
Los datos iniciales muestran que el satélite puede medir pendientes de más de 45 grados a lo largo de las Montañas Transantárticas que corren entre la Antártida Este y Oeste. Sobre la capa de hielo antártico, puede medir aberturas estrechas en el hielo de 65 pies (20 metros) de profundidad y puede distinguir entre hielo delgado, hielo grueso y crestas de hielo, según la NASA.
Pero esto es solo el comienzo: después de que ICESat-2 reúna más datos, los científicos podrán usarlo para completar más detalles en mapas más antiguos de la Antártida y mostrar los cambios de elevación de las capas de hielo y los glaciares a través del tiempo. Estos datos pueden ayudarlos a mejorar el pronóstico del hielo marino y el clima, según la NASA.
El satélite funciona disparando un láser, que se divide en seis haces, todos los cuales golpean la Tierra y luego se recuperan. Algunos de los fotones de la luz regresan al satélite, y el tiempo que les toma hacerlo sirve como una medida de la elevación del punto donde golpeó la luz. Las mediciones son súper precisas, hasta la billonésima de segundo más cercana, según el sitio hermano de Live Science, Space.com. Este satélite también tiene un poco de respaldo más cerca del suelo: la NASA ha estado volando sobre los mismos caminos del satélite para asegurarse de que las mediciones sean precisas.
Y debido a que el satélite nunca deja de recopilar datos, también recoge detalles de otras partes del mundo, incluidas las olas en los océanos y los árboles en los bosques. Puede medir con precisión la profundidad de las costas y la altura de las copas de los árboles. El mapeo de árboles y la tierra a continuación puede ayudar a mejorar la comprensión de los científicos sobre cuánto carbono pueden contener los bosques.