Los científicos británicos esperan mejorar las condiciones de vida en la Estación Espacial Internacional (EEI) mediante el diseño de una nueva adición: el Módulo de Extensión de la Habitación (HEM). Esta sería una victoria masiva para las aspiraciones espaciales del Reino Unido, ya que la nación actualmente no tiene su propia agencia espacial y depende de la colaboración del proyecto con la Agencia Espacial Europea (ESA) para desarrollar nueva tecnología espacial. El nuevo diseño HEM presenta la bandera nacional del Reino Unido, la Union Jack, quizás un símbolo para el comienzo de un punto de apoyo británico en el espacio.
El diseño del hábitat propuesto consistiría en realidad en dos módulos unidos al segmento Nodo 3 de la estación. Con la intención de proporcionar alojamiento adicional para seis miembros de la tripulación (la estación actualmente tiene un complemento de tres astronautas), este diseño debe ser bienvenido ya que la EEI está programada para acomodar a seis personas en 2009, lo que significa que la estación pasará a ser "totalmente operativa" fase de su construccion.
Como el transbordador espacial se habría retirado para cuando HEM sea enviado a la estación, el lanzamiento dependerá del cohete ruso Soyuz-Fregat, y la aproximación final a la estación usaría un sistema de propulsión incorporado. Además del módulo, habrá tres toneladas de suministros a bordo, que abastecerán a la EEI con alimentos y equipos.
El diseño propuesto tendrá 12.5 pies de diámetro y 18.7 de longitud, agregando un total de 3,531.5 pies cúbicos de espacio habitable. Este aumento del 24% en el espacio del volumen de vida actual de 15,000 pies cúbicos seguramente sería un alivio bienvenido para los ocupantes de la EEI, haciendo de nuestra única estación espacial un lugar más cómodo para vivir y trabajar.
El proyecto vendría con un precio bastante alto. Sin embargo, convencer al gobierno del Reino Unido de que invierta aproximadamente £ 1 mil millones ($ 2 mil millones) en la construcción y funcionamiento del módulo hasta 2015 podría detener el deseo británico de una fuerte presencia en el espacio.
Fuente: Space.com