Si eres un sistema estelar recién formado, no hay mejor lugar para estar que un vivero estelar. El problema es que las estrellas gigantes súper calientes pueden liberar grandes torrentes de radiación, despegando planetas recién formados.
En un nuevo estudio reunido utilizando el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, los astrónomos han comenzado a mapear estas zonas de peligro alrededor de las estrellas súper calientes. Si eres una estrella más fría con planetas recién formados, debes estar al menos a 1,6 años luz de distancia. Dado que las estrellas se mueven en una nebulosa estelar, un nuevo sistema de formación necesita mantener esta distancia en todo momento. Si se desvía en una de estas zonas de peligro, sus nuevos planetas literalmente se evaporarán en el espacio interestelar.
Estas estrellas masivas se conocen como estrellas tipo O. Viven rápido y mueren jóvenes, alcanzando una masa decenas de veces mayor que nuestro Sol, y solo duran unos pocos millones de años como máximo. Pero durante esa corta vida, pueden causar mucho daño. Los astrónomos usaron Spitzer para medir la cantidad de estrellas con discos formando planetas. A medida que las estrellas se acercaban a las estrellas O, el porcentaje que tenía discos disminuía drásticamente.
Los astrónomos piensan que nuestro Sol comenzó en un entorno igualmente peligroso, pero fue capaz de navegar con éxito a través del campo minado de O-stars hasta que pudo llegar a su hogar actual, más espacioso.
Comunicado de prensa de Spitzer